El hotel es fantástico. La ubicación es encantadora en el centro. - El personal es complaciente. - Las habitaciones están recién decoradas con un balcón. - El servicio es muy bueno. - El desayuno es sabroso. - Las instalaciones son bonitas.

Todo bien - nos ha gustado este hotel en la ciudad - la comida era buena y el personal cuidadoso. La cama era súper cómoda, el baño lujoso y había un refrigerador minibar, una mesa de trabajo y un sofa cama en la habitación. Daba a la calle. Ubicación: el hotel estaba tan cerca del aeropuerto, de pubs y del u-bahn. Podíamos tomar algo en Bellucci Restaurant and Bar, situado a 1 km.

El desayuno era sabroso y delicioso, con zumos y también quesos. Los miembros del personal eran muy serviciales.

Me gustó la habitación, era linda y acogedora, con una ducha tipo lluvia y un balcón. Además, el baño era bonito. ¡Qué comodidad! 🚿

la tranquilidad,su ubicación y lo espaciosa de la habitacion

la moqueta estaba sucia,y la bañera escesivamente alta,al acceder a ella.

La disposicion del personal por entender el idioma y comunicarse de cualquier manera.Muy serviciales

Ubicación perfecta y excelente, cercana al metro. Habitaciones bonitas y acogedoras, con un balcón. El desayuno era sabroso.

limpieza, desayuno, ubicación

No la dejé por escrito por dudar fuera puesta en conocimiento de la dirección!!! al hacer mi reserva especifiqué perfectamente que necesitaba heladera en habitacion para mi insulina, imperescindible!!!la habitaciuón la tenía pero no funcionaba....reclamé diariamente siete día a todo el personal de limpieza y recepción y en ningún momento se resolvió el problema ni se lo intentó siquiera...simplemente se contestó si, si!!!! y no se arregló. El hotel debe compensar esta deficiencia que obliga al pasajero a pajar a recepción a buscar su medicina cada vez que debe inyectarse...

Nada, el hotel está en muy mal estado, pésimo, no me gusto absolutamente nada. Lo único rescatable es la ubicación, por la proximidad con el subterraneo y el bus al aeropuerto.

El estado general es pésimo, las alfombras son viejísimas, están muy rotas se puede ver el cemento de abajo y están muy sucias. Todo está en muy mal estado, los muebles, las cortinas, el televisor, el frigobar, las paredes, todo viejo, gastado y muy sucio. Pedimos una habitación triple y era amplia pero daba asco, pedimos cambiar de habitación y nos ofrecieron otra igual. Era inhabitable, como nos hicieron pagar por adelantado antes de ver la habitación y no nos devolvian el dinero, nos cambiamos al hotel boutiqe de la misma empresa y nos fuimos pagando la diferencia. NO IR A ESTE HOTEL ES PESIMO. Las fotos que se muestran en la pagina estan arregladas, no tienen nada que ver con la realidad.

Las habitaciones son maravillosas y modernas, con una cama muy cómoda. El servicio es muy bueno en cada encuentro. El check-out es simpático. La ubicación es excelente y encantadora, muy cerca de la Konrad Adenauer Denkmal.

Barato.

La moqueta de la habitación un poco sucia y aunque las sábanas estaban limpias, no eran de mi gusto. Tampoco tiene jabón en el lavabo, ni Internet en la habitación.

Me he quedado en este hotel en varias ocasiones lo cual ya dice algo, el personal es amable, el hotel está bien ubicado; centrico pero sin el bullicio de las avenidas principales, hay buena relacion calidad costo. El desayuno es buffete sencillo pero muy económico, etc. Pero, se ha descuidado el mantenimiento y con las camas la sufres, el colchón aguado y sobre barrotes que te muelen la espalda.

El hotel me gusta tanto que duele ver como se viene abajo por falta de mantenimiento

Las habitaciones están muy bien decoradas con un baño excelente y un balcón, y el desayuno es delicioso; el servicio ofrecido es realmente bueno.

La calidad/precio esta bastante bien, y la ubicacion esta lejos de los puntos de interes pero tiene una parada de metro cerca y otra de cercanias a 5 minutos.

Por poner algo malo, los cuartos de baños no son muy confortables, estan limpios si, pero podria estarlo mas,y podria ser algo mas grande.

La amplitud de la habitación y la luminosidad que tenía.

La falta de reclación en las dimensiones de la habitación y el cuarto de baño